El valor de una hectárea rústica osciló entre los máximos de 1.119,4 euros/ha de Canarias y los 554,1 euros/ha de la Región de Murcia a los mínimos de 99,8 euros/ha de Aragón y los 125,6 euros/ha de Baleares.
Los mayores incrementos de precios en arrendamientos rústicos respecto a 2019 se produjeron en Cantabria (263,5 euros/ha, +20,9 %), Región de Murcia (554,1 euros/ha, +7,4 %) y Galicia (186,4 euros/ha, + 5,9 %).
El canon de tierra arrendada a agricultores para cultivos -incluye herbáceos de regadío o de secano, uva de vinificación y aceituna de almazara- crece un 0,9 %, hasta los 194,5 euros/ha, mientras que el de aprovechamientos -prados, praderas y otras superficies para pastos de secano- sube un 0,8 %, hasta 67,7 euros/ha.
Los cánones repuntan en todas las categorías excepto en las de superficies de secano dedicadas a uva de vinificación (334,1 euros/ha, -3 %), otras superficies para pastos de secano (142,4 euros/ha, -1,9 %) y aceituna de almazara de secano (276,2 euros/ha, -0,9 %).
Las mayores subidas del canon de arrendamiento en 2020 corresponden a los prados y praderas permanentes de secano (142,4 euros/ha, +4,9 %), las parcelas dedicadas a herbáceos de regadío (526,7 euros/ha, +1,3 %) y las de herbáceos de secano (122,2 euros/ha, +1,3 % también); Comunidad Valenciana registra el mayor retroceso (172,0 euros/ha, -8,1 %).