La ONSSA no aclara de qué enfermedad se trata, pero indica que está presente en varias regiones del mundo, sobre todo en Europa, América y Asia, y que no supone ningún peligro para la salud humana y animal.
El consumo de los tomates y pimientos afectados, añade, tampoco entraña peligro alguno para los humanos.
Con el fin de limitar la repercusión de esta enfermedad, la ONSSA indica que se ha reunido con los profesionales del sector para sensibilizarlos de la importante de respetar las medidas de bioseguridad, al tiempo que ha elaborado un plan de acción para las explotaciones agrícolas y los viveros.
También investiga la trazabilidad de las semillas de las plantas afectadas para determinar si las explotaciones agrícolas donde se ha detectado son responsables de su introducción en Marruecos.
