La asociación ecologista ha centrado su informe en la aportación de las «macrogranjas» a esa contaminación ya que en el país hay un expansión «descontrolada» de la ganadería industrial con un «enorme impacto medioambiental», ha opinado.
A pesar de que se incrementan las Zonas Vulnerables a Nitratos (ZVN), (casi cuatro millones de nuevas hectáreas en los últimos 10 años, alcanzando ya casi una cuarta parte de la superficie total de España), la contaminación media por nitratos «ha aumentado un 51,5 %» desde 2016 hasta 2019.
Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, recogidos por Greenpeace, el 30 % de las estaciones de control de las aguas subterráneas y el 50 % de las superficiales indican una mala calidad debido a la contaminación por nitratos y hay «muchos» pueblos sin agua potable por ello.
El informe también calcula la emisión de Gases de Efecto Invernadero por cada comunidad autónoma en 2019, con los datos oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y afirma que en ese año la ganadería fue responsable de la emisión de 69,4 millones de toneladas de CO2 en España.
En el dossier, la organización concluye que la ganadería industrial «no fija población en el medio rural».