Así se desprende del Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja no obstante que la inflación en los alimentos se situó sensiblemente por debajo del 2,9 % de incremento general de los precios en España en tasa interanual, con vivienda (+9,4 %) y transporte (+8,5 %) como las áreas con mayores subidas.
La categoría que conforman bebidas alcohólicas y tabaco, por su parte, registró una bajada de precios del 0,2 % respecto a julio de 2020.
Dentro de la categoría de alimentos, destacan las subidas interanuales de aceites y grasas (+20,4 %), agua mineral, refrescos y zumos (+6,9 %), carne de ovino (+4,3 %) y pescado fresco y congelado (+4,2 %).
En el extremo contrario, sólo se registraron caídas en frutas en conserva y frutos secos (-2,6 %), bebidas alcohólicas (-1,2 %), azúcar (-1 %), leche (-1 %) y productos lácteos (-0,2 %).
En los siete primeros meses del año, el encarecimiento medio de alimentos y bebidas no alcohólicas alcanza el 1,5 %, tres décimas por debajo del IPC general.
En cuanto a la tasa mensual, el precio de alimentos y bebidas no alcohólicas bajó un 0,2 % en julio respecto a junio, por debajo del 0,8 % de caída registrado al hacer la media entre todos los productos.
En este indicador, aceites y grasas se convirtió en la categoría con mayor repercusión positiva en la tasa mensual del IPC con un incremento del 5,6 %, y tanto las frutas como las legumbres y hortalizas se situaron entre los grupos con mayor repercusión negativa al descender un 2,9 y un 1,1 %, respectivamente.