El presidente de la Agrupación de Cooperativas Agrarias de Extremadura (Acopaex), Domingo Fernández, ha explicado a Efeagro que son varias las razones que explican este repunte de precios, aunque la principal responde a que la campaña pasada fue baja en cuanto a producción, y los agricultores “no hubieran podido soportar más esas cotizaciones”.
De ahí que las contrataciones para este año hayan subido entre ocho y diez euros, según el agricultor, sobre los 72 euros en que se fijó el precio de media el ejercicio pasado.
El hecho de que el tomate llevase varios años con cotizaciones a la baja, el escenario favorable de precios que viven cultivos como el maíz en los mercados internacionales o la ausencia de stocks de tomate a nivel mundial explican también este crecimiento de los precios.
Una vez sembrado ya el producto en la comunidad autónoma, el cultivo del tomate afronta las semanas previas a la campaña, que comenzará a finales de julio con buenas perspectivas, pues al buen momento de precios se une la buena evolución de la climatología hasta la fecha, y los óptimos niveles de consumo de tomate a nivel mundial.
Las 23.000 hectáreas de cultivo con las que contará este año la región afrontan un mes de junio con temperaturas óptimas, tal y como ya aconteció en abril y mayo, cuando no se produjeron episodios adversos.
“A partir de ahora sería positivo que todo continuase igual, con temperaturas normales para estas fechas y sin excesivas lluvias”, ha manifestado el presidente de Acopaex.
Extremadura contará este año con una superficie destinada a tomate similar a la registrada el año pasado, en línea también con los tres ejercicios anteriores.
Según Fernández, las cifras actuales de superficie “son óptimas, tampoco es conveniente saturar el mercado”.
En cuanto al consumo mundial, el presidente de Acopaex ha explicado que las ventas de este producto no se han visto perjudicadas por la pandemia pues “la población tiene que seguir comiendo”.