Internacional

786 libras de sobrecoste para una familia por no usar pesticidas

La retirada de los pesticidas de la agricultura británica supondría una quiebra total de la distribuición alimentaria, incluso con productores británicos.

Comer en el Reino Unido puede resultar más caro si los pesticidas son eliminados de las granjas según el informe de la Asociación de Protección de Cultivos del Reino Unido. El coste añadido sería de 786 libras por familia al año, según el estudio realizado por el economista agrícola Seán Rickard, que sugiere que el coste de la fruta fresca se elevaría unas cuatro libras a la semana para una familia con dos padres y dos hijos.

El analista señala que una familia británica de cuatro miembros tendría que pagar 140 libras más al año por productos como cereales o pan. Con este estudio se trata de hacer ver que no es posible dejar de vivir sin ellos a pesar de los cambios que se están realizando en una mejor gestión de fitosanitarios y nutrientes.

Sin estos fitosanitarios, la producción de patatas y brásicas en Reino Unido se reduciría en un 53 y 77 por ciento, respectivamente, lo que provocaría tendría que tirar de la importación. El no uso de los pesticidas provocaría una reaccion en cadena de precios, ya que el rendimiento se reduciría de tal manera que comprar zanahorías supondría un sobrecoste del 120 por ciento; las fresas incrementarían su precio en un 110 por ciento y las coles en un 120 por ciento.

El autor del informe, Séan Rickard, señala que «la eliminación de productos fitosanitarios representaría un desafio severo para los hogares que ya están en apuros, exarcebaría las desigualdades de ingresos y haría la alimentación mucho más costosa, siendo algunos de los aumentos más represnetativos para las frutas y hortalizas.

A raíz de este informe demoledor a favor de usar una gama de productos fertizantes y de protección de cultivos, el CEO de la Asociación de Protección de Cultivos, Sarah Mukherjee desveló que el «informe muestra que los productos fitosantiarios son esenciales para mantener el suministro de alimentos asequibles».

Un dato importante: los hogares con niños con menor poder adquisitivo se verían obligados a reducir su presupuesto en gasto de alimentos. A todo lo anterior se une el Brexit, que ya ha dejado algunos incordios a las familias en clave económica por tener que recurrir a productos importados.