Estos datos se alejan de los registrados en el año 2000 cuando se produjeron tan sólo 400 toneladas. Sin embargo, en los últimos 15 años la producción de cereza en Reino Unido ha aumentado de forma significativa. Este crecimiento se debe en parte a una combinación de variedades de cerezas que se adaptan mejor a la climatología y zonas de producción de la zona británica, obteniendo un mejor rendimiento y calidad del fruto.
De hecho, la temporada de cereza se extiende desde principios de junio hasta iniciado el mes de septiembre gracias a nuevas variedades y modernos sistemas de cultivo, como es el uso de politúneles. La campaña ha sido óptima para la cereza, ya que el otoño registró temperaturas cálidas y el invierno alcanzó bajas temperaturas, resultando un tiempo óptimo para la polinización durante la primavera, destaca fruitne.com.