La floración será progresiva y comenzará en los municipios que se encuentran en la zona más baja del valle como Salas de Bureba, Cantabrana o Temiñón, ha explicado hoy a Efe el director técnico de la marca de garantía, José Ignacio Velasco.
De este modo, el valle se cubrirá de blanco durante un par de semanas, gracias no sólo a esos 25.000 cerezos propios de Las Caderechas, sino también a los otros más de 25.000 que continúan cultivándose de manera tradicional, sin amparo del marchamo.
Velasco ha recordado que, si bien las elevadas temperaturas de principios de año hicieron temer un adelanto de la floración, el frío que vino después permitió que el proceso natural recuperase sus plazos, apareciendo las flores a mediados de abril.
La floración es un momento clave en la producción de las cerezas, ha recordado Velasco, dado que una helada a destiempo o una polinización inadecuada pueden hacer fracasar la cosecha, que en 2015 alcanzó los 135.000 kilos de cereza.
Por ese motivo, desde la marca de garantía esperan jornadas no excesivamente frías, sobre todo por la noche, y soleadas, para que las abejas se animen y puedan cumplir con su función.
Y mientras se disfruta de la floración, los productores de Las Caderechas, constituidos en la cooperativa CadeFruit, creada el pasado año, continúan buscando nuevos mercados a los que exportar tanto cereza como manzana, la otra pieza que cuenta con marchamo.
José Ignacio Velasco ha explicado que, gracias a los contactos realizados durante la feria Fruit Atraction de Madrid, en octubre, ya se han firmado algunos contratos para el suministro de manzanas con mayoristas madrileños.
El reto ahora es conseguir clientes para la nueva campaña de cerezas, si bien es cierto que la fruta tiene muy buena salida, dado que presenta un sabor especial, "muy marcado", ha recordado Velasco, como consecuencia de su tardía maduración.