La Confederación, que agrupa a más de 2.700 AMPA de toda región, ha diseñado el «Decálogo de la Alimentación Escolar en Andalucía», un documento con propuestas de comida sana y sostenible que impacte de manera positiva en la salud del alumnado.
Este decálogo reúne las propuestas de las familias para lograr que el alumnado pueda acceder a una alimentación equilibrada y, junto a la ONG Justicia Alimentaria, incide en la necesidad de lograr que el servicio de comedor y los hábitos saludables de alimentación formen parte del proyecto educativo del centro.
«Alimentar es educar», ha resumido la presidenta de la CODAPA, Leticia Vázquez, quien ha calificado de fundamental que toda la comunidad educativa se una para defender servicios complementarios de calidad como el comedor, el aula matinal y las actividades extraescolares.
En el decálogo, Codapa ha propuesto que los comedores escolares sean de gestión directa, es decir, que dependan de la Junta de Andalucía y se organicen y controlen desde los propios centros, y una apuesta clara por alimentos de proximidad y temporada, lo que los hace más respetuosos con el medio ambiente.
En este contexto, la Confederación ha apostado por el modelo de cocinas de cercanía, instaladas en los propios colegios o en zonas próximas y gestionadas por pymes o cooperativas locales frente a las grandes empresas de catering.
La escuela rural preocupa especialmente a las AMPA, pues su desaparición implicaría un incremento del despoblamiento de estas zonas rurales de Andalucía, por lo que el decálogo incluye eliminar el requisito de número mínimo de comensales para tener un comedor escolar.
«Si queremos que nuestros pueblos sigan teniendo vida, debemos tomar las medidas para que los colegios, y todos sus servicios complementarios, sigan funcionando y prestando servicios a las familias de la escuela rural«, ha añadido la presidenta de la Codapa.
Los hábitos de alimentación del colectivo de adolescentes y jóvenes son otra de las preocupaciones de la Confederación de AMPA, que ha abogado por garantizar el acceso a alimentos sanos y sostenibles en todos los centros educativos.
En esta línea, ha propuesto que los refrescos y la bollería industrial queden totalmente fuera de los centros docentes.