Estos datos han sido aportados por la Guardia Civil durante la presentación de los nuevos agentes especializados en combatir los delitos en el campo (los equipos ROCA), que desde octubre tienen sus bases en Almoradí (Vega Baja) y El Vergel (Marina Alta).
La Guardia Civil considera que el incremento de denuncias se explica no en un mayor número de delitos sino en que se ha concienciado a los agricultores que deben denunciar cuando sean víctimas de un robo, algo que a menudo no hacían un tiempo atrás.
El número de denuncias en la provincia ascendió a 118 hace una década (en 2004) y sucesivamente se ha elevado a 121 (2005), 138 (2006), 151 (2007), 229 (2008), 296 (2009), 440 (2010), 654 (2011), 620 (2012) y 859 hasta octubre de 2013.
Además de la producción de hortalizas y, sobre todo, frutas de mayor valor en el mercado (por ejemplo nísperos o cerezas), las sustracciones se centran en instalaciones y motores de riego y en casas de aperos, cuyos objetos posteriormente son vendidos en establecimientos o mercadillos, según el coronel jefe de la Comandancia, Antonio Lázaro.
Aunque los hechos delictivos cometidos en el campo no superan el 5 por ciento de la criminalidad, la Guardia Civil ha decidido actuar de forma especializada porque despiertan «alarma» entre los agricultores