Marcelino Iglesias, presidente del Aragón inauguró ayer las obras de transformación en regadío de 2.134 hectáreas correspondientes al Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés (PBEA), de las que se van a beneficiar más de 350 regantes y que han supuesto una inversión de 18,3 millones de euros. Las obras han sido ejecutadas por la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesa (SIRASA), empresa pública del Departamento de Agricultura y Alimentación, para las comunidades de regantes de «Vall de Figuera», de Fabara, y «Planetes, Moro y Vall de Camí», de Nonaspe. El coste de la transformación de los regadíos ha ascendido a 18,3 millones de euros, de los que el Gobierno de Aragón financia 15,46 (el 85 por ciento) y 2,85 los propios agricultores beneficiados. Explicó que en esta zona los proyectos son complejos y están en el límite de lo que se puede hacer con elevaciones, motivo por lo que consideró «razonable» que se apoyen a través de la instalación en las explotaciones agrícolas de parques eólicos para mejorar la rentabilidad de los regadíos. El Plan Estratégico del Bajo Ebro Aragonés pretende la conversión en regadío e 20.000 hectáreas mediante la elevación de agua del río Ebro y los embalses de Mequinenza y Ribarroja, de las que ya hay ejecutadas 9.000 hectáreas. El Gobierno de Aragón tiene en estos momentos otros cinco proyectos para transformar más de 4.000 hectáreas y que supondrán una inversión superior a los 42 millones de euros.
Nacional Sep 2007