Los fruteros tienen quejas tanto de la Administración central como de las autonómicas o municipales.
El presidente de la Asociación de Detallistas de Fruta de Madrid (Adefruta), Felipe Torijano, ha manifestado que la crisis "azotó" a las fruterías, sin muestras de "sensibilidad" de las Administraciones, que subieron impuestos pero eliminaron "bonificaciones" para estas empresas.
Por otro lado, ha añadido que al minorista madrileño le ha hecho "muchísimo daño" la liberalización de horarios en Madrid, aprobada en 2011 por el Gobierno autonómico, presidido entonces por Esperanza Aguirre, para que el comercio pudiera abrir todos los días del año a cualquier hora.
"Yo le hubiera pedido a Aguirre que las oficinas de la Administración estuvieran abiertas para arreglar mis papeles a las 3 de la mañana; solo el comercio es el esclavo".
Según el representante de Adefruta, las leyes favorecen a las grandes superficies; además, ha criticado que no se haya contado debidamente con estos minoristas dentro de las reuniones del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para vigilar la Ley de la mejora de la Cadena Alimentaria.
El presidente del gremio de Barcelona ha recalcado que en Cataluña estos comerciantes atraviesan una situación de "crisis" que les está obliga a cerrar establecimientos, lo que ha atribuido a la "competencia desleal" de tiendas abiertas las 24 horas que venden a bajo coste.
Mora ha señalado que en dichas tiendas, donde los costes laborales son peores, los responsables no se ven sometidos a las mismas inspecciones: "La ley no se aplica para todos por igual y se están cometiendo fraudes a la Seguridad Social".
En relación al consumo, los fruteros muestran algo más de optimismo.
Torijano ha señalado que antes de la crisis se redujo por el incremento de la popularidad de yogures, natillas u otros postres, debido a la "publicidad" o a que para el cliente era más fácil comerlos que pelar fruta.
Pero en la actualidad, y tras las recomendaciones médicas y de otras instituciones "repunta el consumo", la gente joven "está mucho más informada y concienciada y entra a los mercados porque quiere género sano y fresco".
Mora ha apuntado que la fruta y la hortaliza se asocian a una dieta saludable y a una vida sana, por lo que las perspectivas de consumo son buenas.
Además, los fruteros han evolucionado en su oferta y en la presentación, como ocurre en el caso de guisantes u otras verduras ya troceadas y peladas, listas para cocinar.