Las importaciones son una parte muy importante para satisfacer la demanda de frutas y hortalizas en Alemania y en los últimos años, a pesar del intento de la clase política, de fomentar la producción y el consumo doméstico de las frutas y hortalizas, no siempre ha sido posible.
«Las condiciones de crecimiento en Alemania para elevar la oferta local no siempre es posible, ni tampoco para todas las especies», expone Hans-Christoph Behr, analista de investigación del Consumidor de la consultora AMI.
Los niveles de autosuficiencia en hortalizas llegaron al 38 por ciento durante el año pasado y tan sólo del 15 por ciento en frutas, lo que ha provocado un mayor interés por la clase política germana de elevar la presencia de fruta doméstica.
Hay algunas categorías donde el nivel de autosuficiencia suele ser alto y se acerca al 100 por ciento y son las producciones al aire libre, como alguna brásica o bulbos como la cebolla. Y algunas frutas, donde el grado de autoabastecimiento se encuentra muy por encima del 15 por ciento, y es el caso de las manzanas.
Manzanas
La manzana para fresco se situó en la campaña 2021-2022 en un 64 por ciento, gracias «a las mejoras de las técnicas de almacenamiento y a los ajustes de surtido en Alemania de la oferta local», expone Behr.
Pero también hay producciones donde la autosuficiencia va bajando. Es el caso de los arándanos, donde la oferta de importación supera en bastante a la oferta local y con precios más competitivos.
No obstante, no siempre «los consumidores alemanes apuestan por la oferta local y las preferencias de los consumidores no siempre se dirigen a la producción germana y las ventas de tomate y fresa son un ejemplo bastante claro», expone el analista del AMI.
Además del tomate y la fresa, el espárrago es otro ejemplo en donde la oferta germana no siempre es la primera opción para los germanos.