En esta línea, se pondrán en marcha campañas de control -mediante las que se podrán establecer multas de entre 300 y 3.000 euros en caso de percibir infracciones al respecto- e información en los municipios dañados por la plaga y que se podrá hacer extensible a todo el territorio gallego.
El total de municipios delimitados que constituyen el área afectada, y en los que se prohíbe que se cultive patata durante un mínimo de dos años, asciende a 31 y otros 5 han sido denominados como ‘zona tampón’, por lo que tampoco podrán producir, almacenar y transportar este tubérculo sin la identificación específica.
Para el cumplimiento de la normativa y la eliminación de las patatas infestadas se trabajará con los cuerpos de seguridad, tanto de la Guardia Civil como de la Unidad de Policía Nacional Adscrita a Galicia, para controlar los traslados de estas mercancías hacia la planta en la que se llevará a cabo su destrucción.
