No obstante, en el Pervemac I se detectaron 40 casos de violaciones de los límites máximos de residuos en producciones locales, debido al uso de fitosanitario no autorizados para ese cultivo en cuestión, «consecuencia en casi todos los casos al desconocimiento más que un uso malintencionado», según Quintero.
«De ahí la importancia de continuar con el proyecto y seguir trabajando con los productores en materia formativa para conseguir una agricultura más sostenible», agregó. El programa de actuación incluye el desarrollo de un exhaustivo programa de monitorización y análisis de residuos de plaguicidas, micotoxinas y metales pesados en frutas y hortalizas, además de cereales y vino.
También habrá jornadas de formación dirigidas a sensibilizar a técnicos y agricultores sobre la importancia de un uso sostenible de estas sustancias.