Eran las 15.30 horas de la jornada de ayer cuando el cielo del Poniente almeriense se oscureció y apareció el blanco de una fuerte granizada en el municipio de El Ejido, que estuvo atizando el suelo durante 25 minutos. Las consecuencias fueron inmediatas, ya que unas 100 hectáreas de invernadero dejaron de serlo y hoy están en el suelo y los cultivos destrozados.
Otros invernaderos no han corrido tan mala suerte pero el plástico tendrá que ser cambiado. Nadie ha hecho aún una valoración oficial pero los presentes afirman que los daños son cuantiosos y que la cantidad de granizo caído ha sido sorprendente y no recordado durante muchos años.
Los daños se han concentrado sobre todo en las localidades de El Ejido, de Santa María del Aguila, el Polígono Industrial de La Redonda y Las Norias de Daza, punto de producción estratégico de los cultivos de calabacín.
Algunos testimonios de productores como Santiago García señala que los granizos han provocado «importantes daños en los plásticos y los invernaderos afectados se verán obligados a cambiar el 80 por ciento del plástico, ya que los huecos generados son cuantiosos y no permitirán mantener la actividad».
Los primeros productores afectados se pusieron ayer en contacto con las empresas de plástico para reservar film y que lancen los primeros plásticos a lo largo de esta semana, antes que las heladas acaben con un cultivo que «se encuentra ahora bastante debilitado, ya que hemos pasado del calor al frío en poco tiempo», apunta Eusebio Pernía, productor de La Mojonera.