Las temperaturas cálidas durante la primavera, unidas a más horas de sol y noches más frescas, han favorecido que la fresa británica tenga más dulzor y sea de mejor calidad. No obstante, los productores aún se muestran cautelosos, ya que si persisten las lluvias, hay una probabilidad alta de enfermedades en el fruto, aunque puede caber la posibilidad de heladas, publica la edición digital Lincolnshire Echo.
El sector de frutas de verano en Reino Unido predice que el volumen de producción será de 76.000 toneladas este año, un 19 por ciento más que la anterior campaña cuando se registraron 64.000 toneladas. En los últimos cinco años, la producción de fresa en Reino Unido se ha incrementado un 36 por ciento.
El presidente del organismo de Frutas de Verano Británicas, Laurence Olins, ha señalado que las ventas de fresa locales revelan una sólida expansión dentro del sector de los berries, un crecimiento que responde a la creciente demanda de los consumidores.
