Retail

Supermercados galos prueban un etiquetado que promueve una alimentación sana

Los supermercados franceses han comenzado a probar cuatro diferentes sistemas de etiquetado nutricional para saber cuál es el que promueve una alimentación más sana entre los consumidores, alertando claramente sobre el contenido de materias grasas, ácidos grasos saturados, azúcares y sal.

El ministerio de Sanidad de Francia ha confirmado a Efe que este modelo ha empezado a implantarse en 60 grandes superficies de cuatro regiones del país y ha explicado que se hará una primera evaluación de este sistema en diciembre próximo.

"Para dar a los franceses todos los medios para que se beneficien de una alimentación sana y equilibrada hay que darles una información simple en el momento de la compra", sostiene el Ministerio.

Tres de los cuatro sistemas a prueba utilizarán los colores para evaluar la calidad nutricional de más de 1.000 productos, entre los que se incluye la panadería y pastelería industrial y platos cocinados en conserva.

Este modo de catalogar los productos ha generado polémica entre la industria agroalimentaria, que la considera "un estigma" que hará bajar sus ventas, y ha encontrado el escepticismo de algunos especialistas en nutrición, por la supuesta falta de imparcialidad en los análisis.

Para muchos, el sistema más controvertido es el "Nutri-Score", que divide los alimentos en cinco categorías: verde (nota "A", el más saludable), verde claro ("B"), amarillo ("C"), naranja ("D") y rojo ("E").

De los otros dos los modelos a colores, uno indica la frecuencia recomendada (muy regularmente, regularmente, regularmente en pequeñas cantidades, y ocasionalmente y en pequeñas cantidades) y el otro, inspirado en uno implantado en el Reino Unido, clasifica el valor nutritivo de los alimentos con tres colores (rojo, naranja y verde).

El único sistema monocolor que está estas semanas a prueba en Francia se basa en los actuales cuadros nutricionales, pero un poco más detallados.

Una alimentación elevada en materias grasas y calorías, unida al sedentarismo, ha disparado la obesidad en los países más ricos y, en las últimas décadas, en los emergentes, como México o China, según los especialistas.

La obesidad está considerada una de las enfermedades más preocupantes por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pues promueve dolencias como la diabetes o algunos tipos de cánceres.

Según la OMS, Europa afrontará una crisis de obesidad de "enormes proporciones" para el 2030.