«La prohibición se debe a que continúan detectándose de manera sistemática en la fruta y las hortalizas objetos de cuarentena capaces de causar pérdidas multimillonarias a la producción agrícola de Rusia», explicó Rosseljoznadzor en un comunicado.
Además, el regulador destacó que la parte moldava ha dejado sin respuesta sus reclamaciones y «no ha adoptado medidas efectivas para impedir el suministro de producción contaminada».
La Agencia de Seguridad Alimentaria de Moldavia indicó el viernes pasado que los dos últimos meses recibió ocho notificaciones de las autoridades rusas y calificó de infundado el veto de Rusia a sus frutas y hortalizas.
«La decisión de las autoridades rusas se contradice con los principios fitosanitarios internacionales y no se sostiene en argumentos reales», aseguró la agencia moldava.
Moldavia exporta a Rusia fundamentalmente manzanas, ciruelas, uva y cerezas. En los últimos años los granjeros moldavos exportaban anualmente a Rusia unas 200.000 toneladas de manzanas.
En agosto del año pasado Rosseljoznadzor restringió temporalmente la importación de hortalizas y frutas de 31 regiones del Moldavia, decisión por la que el ministro de Asuntos Exteriores moldavo, Nicu Popesku, acusó a Moscú de presionar a su país.
En el pasado Moscú ha utilizado las restricciones a las exportaciones moldavas, en particular de vino, para presionar a sus autoridades, que aspiran a ingresar en la Unión Europea y han bloqueado casi todos los medios de comunicación en ruso.
Las relaciones entre Rusia y Moldavia se encuentran en uno de sus momentos más bajos, ya que el Gobierno europeísta de la presidenta moldava, Maia Sandu, ha condenado sin tapujos la campaña militar lanzada por Moscú contra Ucrania en febrero de 2022.