En el caso de la manzana, hubo una diferencia del 1.018 por ciento (11,18 veces entre origen y destino) y pasó de 0,17 euros por kilo iniciales a 1,90 euros en el punto de venta al consumidor.
Entre todos los alimentos, COAG remarca también la diferencia en el caso de las patatas que, con una variación del 933 por ciento, se vendieron 10,33 veces más caras en destino (0,62 euros por kilo) que en origen (0,06 euros por kilo).