Tras conocer que en Asturias se retiraron en 2016 un total de 4.000 kilos de patatas afectadas, ha precisado que, aunque «el sector de la patata sigue con preocupación» el avance de la polilla guatemalteca (Tecia solanivora Povolny), la cantidad afectada es por ahora «pequeña y de autoconsumo».
Como ejemplo, ha recordado que «en Castilla y León, la primera comunidad productora, el rendimiento medio por hectárea en 2016 fue de 43.000 kilos». A su juicio, y como «apreciación personal», la entrada de la polilla guatemalteca «se propagó desde Canarias a Portugal, y de ahí paso a Galicia en 2015».
«No hay comercio de patata entre la España peninsular y Canarias, y me temo que la plaga de epitrix (Subfamilia Alticinae) que sufre ahora parte del cultivo portugués sea de polilla guatemalteca», ha indicado.
En cuanto a la interprofesional de la patata en el ámbito de Castilla y León, Aguado se ha mostrado optimista y cree las negociaciones entre el sector productor y comercializador llegarán a dar sus frutos antes de mediados de mayo.