El consumo doméstico de frutas frescas alcanzó 4.424,4 millones de kilos y 5.973,2 millones de euros, mientras que la ingesta de hortalizas y patatas frescas se situó en 3.641,1 millones de kilos y en 5.073,8 millones de euros.
Según el Panel de Consumo Alimentario en el Hogar del Ministerio, el consumo anual por persona de fruta alcanzó 99,18 kilos y el de hortalizas y patatas 81,62 kilos.
Los hogares destinaron a la compra de fruta fresca un 8,91 por ciento de su presupuesto medio para la adquisición alimentación y bebidas y 133,9 euros, lo que supone un 1,5 por ciento más que el año anterior.
En el caso de las verduras frescas y patatas, representan el 7,57 por ciento del presupuesto medio en alimentación, con un gasto de 113,74 euros.
En cuanto a las frutas y hortalizas transformadas, el consumo permaneció estable, con una ligera subida del 0,9 por ciento en volumen, mientras que en valor hubo un repunte del 1,1 por ciento.