El presidente del Consejo Regulador, Ignacio Montero, ha explicado que la campaña de picotas "llega con retraso debido a las condiciones meteorológicas y mermada en cuanto a cantidad".
No obstante, "la Picota del Jerte de este año es de una excelente calidad".
En el Valle del Jerte el cultivo de las cerezas se desempeña de una manera natural, tradicional y sin aditivos, lo que consigue que las cerezas y picotas tengan "un sabor único y un altísimo contenido en vitaminas, oligoelementos y flavonoides".
Tras una cuidadosa selección a pie de árbol, de acuerdo a un riguroso control de calidad, sólo las mejores se identifican con el sello de la Denominación de Origen Cereza del Jerte.
Las picotas del Jerte, las únicas que se desprenden del árbol sin rabito, se caracterizan por su textura carnosa y más crujiente, un tamaño de calibre de menor -entre 22 y 26 milímetros- y su sabor más dulce y su color.
Demandado tanto en el mercado nacional como internacional, sobre todo en Alemania y en Reino Unido, el 70 por ciento de la producción de picotas del Jerte se exporta.