Un estudio de campo realizado por la revista alemana de consumidores rbb super.markt desvela que la campaña alemana de manzanas ha empezado sin oferta para las cadenas de supermercados.
De hecho, Rewe, Edeka y Aldi no cuentan con muchas manzanas germanas, y en cambio sí se ven más manzanas de Sudáfrica, Chile, Italia y Nueva Zelanda.
El motivo es que los productores regionales alemanes obtienen más beneficios trabajando con los mercados regionales y con la venta ambulante que con las cadenas. Y es que los supermercados imponen una serie de normas estrictas que los productores más familiares no desean cumplir, porque no lo necesitan.
La revista saca a la luz varias entrevistas con productores como Carsten Hübner, quien afirma que «vendemos desde hace años en los mercados semanales, principalmente porque son más rentables económicamente».
Hay muchos fruticultores como Carsten Hübner, pero también productores como Patrick Ruffert, director de la empresa Märkische Erzeuger- und Marketingorganization en Brandeburgo, que afirma seguir con las indicaciones de las cadenas «con mucho esfuerzo».
‘Modus operandi’ de cadenas
Patrick Ruffert señala que el ‘modus operandi’ de la cadena es llevarse al inicio una importante cantidad de manzanas y parar «porque suelen tener producto de importación en sus plataformas».
Aunque las cadenas alemanas presumen de apostar por la oferta regional y tener la cercanía como criterio de importancia, «sin embargo, los lineales están llenos de manzanas importadas de países lejanos», denuncia la revista.
El artículo señala que el grueso de las manzanas alemanas y de origen regional se encuentra en los mercados semanales y en las propias tiendas que tienen los productores.
La manzana es la categoría más consumida por los alemanes, aunque en los últimos años se sitúa por encima de los 20 kilos per cápita.