El presidente de la Interprofesional del Espárrago Verde, Antonio Zamora, ya adelantaba hace dos años en la revista F&H que la superficie europea de espárrago iba a sufrir un descenso paulatino.
Aquella predicción ha llegado también a Andalucía y de manera dramática durante la campaña pasada, según el informe del Observatorio de Precios y Mercados.
La superficie de espárrago en Andalucía se desplomó en un 23 por ciento durante 2024 y presentó los datos más bajos desde que existen registros históricos.
La superficie andaluza de espárragos quedó cifrada en 7.400 hectáreas frente a las 9.688 hectáreas de 2023. El principal motivo fue «la falta de agua y las restricciones de riego», según el informe del Observatorio de Precios y Mercados.
Este descenso superficial no se reflejó en la producción, que se incrementó en casi un cinco por ciento con respecto a los datos de la campaña anterior.
La producción de espárrago se incrementó en más de 30.700 toneladas durante 2024 frente a las 29.400 toneladas de la campaña anterior.
Un descenso menor gracias a que los rendimientos se elevaron en un seis por ciento y se salvaron los muebles productivos de largo.
El impacto del descenso superficial no fue mayor gracias a que las liquidaciones respondieron y el valor de mercado en origen se incrementó en un 12 por ciento y se alcanzaron los casi 77 millones de euros de facturación para los productores andaluces de espárrago.
Estructura
Granada sigue siendo la provincia de referencia en Andalucía y España al alcanzar las 5.000 hectáreas, pero se empieza a abrir la superficie en otras provincias andaluzas no tradicionales.
Jaén con sus 655 hectáreas aparece como la segunda provincia más importante del entorno andaluz, gracias al desarrollo del verde del sostén de las empresas granadinas, y al tradicional espárrago blanco, ya presente desde hace más de 30 años.
Destaca el desarrollo de Cádiz y Huelva como recientes áreas productivas por la iniciativa de las empresas granadinas, que trabajan en ampliar sus zonas productivas para responder a las demandas del mercado.
Sevilla se mantiene con sus 520 hectáreas y Málaga alcanza las 600 hectáreas, especialmente centradas en la zona de Antequera.