La firma española Biosanz ya es oficialmente el productor de referencia de Pink Lady para el segmento ‘bio’. La firma cuenta actualmente con seis hectáreas de Pink Lady ‘eco’, y cuenta con una experiencia de cinco años, ya que anteriormente producía esta variedad para la firma Giropoma.
Hoy Biosanz cuenta con seis hectáreas pero el ‘business plan’ recoge la ampliación de la superficie en un periodo de cuatro años, para convertirse en el mayor productor ‘bio’ de la gama Pink Lady en Europa.
La oferta de Pink Lady en ‘bio’ en el Hemisferio Norte es escasa, porque es una variedad compleja para desarrollar en el segmento ‘eco’ al ser una variedad susceptible de recoger enfermedades en climas muy húmedos, donde se suele producir.
La situación en Zaragoza, provincia donde se encuentra Biosanz, es bien diferente, ya que “estamos cerca del desierto de Los Monegros y la humedad es limitada y además el salto térmico día-noche es muy alto, lo que garantiza los azúcares y la toma de color”, expone José Miguel Sanz, presidente de Biosanz.
Es habitual ver temperaturas de 4-25 grados en el mismo día durante varios meses, lo que facilita un sabor y unos azúcares considerables.
Las razones
Hay tres razones que han llevado a esta empresa familiar con una experiencia de 26 años en producir manzana ‘bio’ a adentrarse en el proyecto Pink Lady: los parámetros de calidad muy elevados, el reconocimiento de la marca a nivel mundial y “estar en una zona privilegiada para producir Pink Lady como son cerca de Los Monegros (Zaragoza)”, señala el empresario aragonés.
El 70 por ciento de la producción de Pink Lady será de calibre 75-85 milímetros.