"La producción local de alimentos, como la incorporación de huertas en las escuelas y las viviendas, puede tener un impacto inmediato en la seguridad alimentaria y el potencial de contribuir a en los objetivos nacionales a largo plazo", destacó el asistente del director general y representante regional de la FAO, Hiroyuki Konuma, según un comunicado de prensa.
Aunque la FAO reconoce que la idea no es nueva, el organismo cree que la iniciativa puede contribuir "considerablemente" a mejorar la alimentación durante la infancia.
Konuma señaló que los colegios tienen un potencial "enorme" en la promoción de buena alimentación, dietas sanas y en ayudar a solventar las causas de los problemas de la nutrición y la alimentación.
"Para las madres y los niños en particular, una mayor variedad, más frutas y verduras ricas en micronutrientes pueden marcar la diferencia en la salud y el crecimiento", dijo el especialista.
La FAO reconoció que se han hecho grandes avances en la región durante las últimas dos décadas, pero aún queda trabajo por hacer para acabar con el hambre crónica, la desnutrición y una población creciente de niños con sobrepeso.