Representantes del sector privado, académico, de organizaciones de la sociedad civil, entes estatales y organismos internacionales que integran la Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T mantuvieron una reunión en la que se mostraron las fortalezas de su trabajo, a pesar del difícil escenario planteado por la pandemia de Covid-19 y, más recientemente, por el impacto del conflicto bélico en el este de Europa.
Aunque se originó en Asia, la R4T se ha ido desplazando hacia el Oeste y en 2019 fue detectada en Colombia, lo que encendió la alarma en las zonas tropicales de América Latina y el Caribe, cuyos países están entre los mayores productores y exportadores de banano del mundo. Más tarde, en 2021, se detectaría un brote en el norte de Perú.
Los actores de la Alianza, comprometidos con la sostenibilidad de la agricultura, comenzaron a trabajar conjuntamente en enero de 2020 con el foco en la prevención de la propagación, el desarrollo genético y la educación de los consumidores.
La coalición fue constituida formalmente un año más tarde, con el primer objetivo de contener el avance de la considerada “pandemia del banano” y, en el mediano y largo plazo, investigar y desarrollar soluciones de mejoramiento genético.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ejerce la secretaría de la Alianza, cuyo comité ejecutivo está integrado también por el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), la Corporación Bananera Nacional (CORBANA) de Costa Rica, las compañías Bayer y Chiquita Brands International, la Red Solidaridad y la Universidad de Wageningen, de Países Bajos.
“En más de dos años de trabajo nos hemos consolidado y fortalecido. En distintas instituciones de investigación se ha avanzado mucho en edición génica, con la finalidad de lograr un banano resistente a la enfermedad, pero sabemos que esa tarea podría llevar de 5 a 7 años. Por eso hoy, el manejo agronómico es fundamental para que la plaga no se expanda”, explicó Gabriel Rodríguez, quien ejerce la secretaría del Comité Ejecutivo de la Alianza y es Representante del IICA en Paraguay.
Las prioridades que se fijó la coalición para este año incluyen avanzar en la investigación científica, ya que la enfermedad actualmente no tiene cura y pone en riesgo toda la cadena de valor de la fruta, desde los pequeños productores y sus familias, hasta las empresas que la comercializan y los países con grandes volúmenes de exportaciones.