Esto genes se encargan de dirigir la fabricación de canales para el transporte del agua y de la pared de celulosa de las células vegetales. En dicha publicación se muestra cómo las plantas de tomate despliegan estrategias de protección del agua disponible, se activan genes de síntesis de moléculas protectoras de aminoácidos o de azúcares que toman el lugar del agua que falta, informa AgrenBio y Agencia CyTA.
“Los genes que descubrimos interaccionan con un factor de transcripción llamado ASR1. Esta molécula activa genes cuyas respuestas le confieren a la planta la capacidad de tolerar el estrés hídrico o falta de agua”, señaló a la Agencia CyTA el doctor Norberto Iusem, investigador del Consejo Nacional de Investigación Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIByNE) y del Departamento de Fisiología, Biología Molecular y celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. Concluye que “con este hallazgo sería posible el desarrollo de cultivos que se adapten a ambientes con escaso nivel de agua.”