Holanda cerró 2024 marcando un nuevo récord en su producción de fresas, con 86 millones de kilos recolectados, el doble de 2010, según los datos de la agencia de estadísticas CBS, publicados por el portal Dutch News.
Este aumento en volumen ha sido posible gracias al cultivo cada vez mayor de la fresa en túneles de plástico o invernaderos, lo que permite “cosechas tres veces mayores”, según la citada publicación, reduciendo la superficie en producción.
De hecho, los datos del CBS apuntan a que, desde 2010, las hectáreas cultivadas de fresa en Países Bajos se han reducido un 15 %.
Junto a un mayor rendimiento por metro cuadrado, el cultivo de fresas en invernadero permite, además, un mejor control de plagas y enfermedades como las derivadas del exceso de humedad, además del adelanto de la cosecha.
“Me di cuenta de que los supermercados ya vendían fresas holandesas en febrero”, apunta Vinodh Lalta, investigador del CBS, quien añade: “Gracias a los invernaderos, se pueden vender casi todo el año”.