Entre enero y octubre del pasado año, las exportaciones hortofrutícolas griegas cayeron un 4 por ciento en valor, comparado con el mismo periodo en 2013. Sin embargo, se registró un aumento en volumen del 8 por ciento.
Ante la situación del veto ruso, los exportadores griegos decidieron abrir otras vías de negocio hacia Serbia, Macedonia y Albania a un precio mucho más reducido.
Según Moscú, aunque el país está dispuesto a suavizar el impacto de la prohibición en Grecia, una exención completa sería imposible debido a las normas de comercio mundial. El Servicio Federal de Control Veterinario y Fitosanitario de la Federación rusa ha indicado que las inspecciones previstas de productores griegos no deben considerarse como una señal de que el embargo se levantaría en un breve espacio de tiempo, publica fruitnet.com
