El presidente sectorial de frutas, hortalizas y cítricos de Cooperativas Agroalimentarias, Cirilo Arnandis, ha declarado a Efeagro que el acuerdo es preocupante por la "competencia" que supone Sudáfrica, cuyas exportaciones citrícolas a la UE superan las 400.000 toneladas.
Arnandis ha detallado que, dentro de las ventajas aduaneras a ese país, el compromiso amplía los períodos en los que entrarán los cítricos surafricanos con un trato arancelario ventajoso -pues pasa del 15 de octubre al 30 de noviembre-, lo que "coincide" en el calendario con el principio de la campaña española.
Ha añadido que este problema se suma a la situación delicada de las producciones de naranja, mandarina o limón, y a los bajos precios.
A su juicio, a la larga, el acuerdo puede afectar a otros sectores hortofrutícolas.
Además, ha remarcado que los envíos de Sudáfrica entrañan el peligro de la introducción de enfermedades en el territorio comunitario, como la "mancha negra".
En su opinión, el acuerdo "amenaza" la producción citrícola comunitaria, unas 600.000 hectáreas de cultivo en la UE, de las que 400.000 están en España, líder en la exportación en fresco de este tipo de frutas.
El pleno de la Eurocámara ha dado el visto bueno en Estrasburgo (Francia) a un pacto entre la UE y seis naciones de la llamada "Comunidad para el Desarrollo del África Meridional" (Botsuana, Lesoto, Mozambique, Namibia, Sudáfrica y Suazilandia), por el que sus exportaciones tendrán un mejor trato en el mercado comunitario.
El acuerdo ha sido aprobado con 417 votos a favor, 216 en contra y 66 abstenciones, y tras la votación falta la ratificación del Consejo de Ministros de la UE y de los Gobiernos de los países africanos para que entre en vigor.
Según el dictamen de la Eurocámara, el acuerdo "ayudará a los países africanos a reducir la pobreza" y a integrarse progresivamente en la economía mundial.
El compromiso incluye mejoras para la entrada de los envíos de Sudáfrica y un acceso "libre de aranceles" para los productos de los otros cinco países.
El comercio entre la UE y los seis países se liberalizará un 86 por ciento (para Mozambique, un 74 por ciento) en un plazo de diez años, con la excepción de los productos agrícolas y pesqueros.
El pacto incluye ciertas salvaguardas, según las cuales la UE no subvencionará las exportaciones agrícolas dirigidas a esos países.