El proyecto presentado por la Asociación Piparrika Elkartea prevé crear bancales en los que se desarrollarán una huerta productiva, otra medicinal, una tercera educativa y un banco de semillas y de plantas aromáticas, según informa el Consistorio.
El uso de la parcela se destinará exclusivamente al cultivo de hortalizas, flores, arbustos aromáticos y frutas, quedando expresamente prohibido, por ejemplo, la utilización de semillas y plantas transgénicas, el cultivo de plantas exóticas invasoras o la venta de productos obtenidos en el huerto, que deberán destinarse exclusivamente al autoconsumo o a fines sociales.
La zona contará además con un jardín vertical, compostadores y espacios infantiles y de estancia, según han explicado durante la visita la directora del área de Ecología Urbana y Movilidad, Camino Jaso, y los técnicos municipales.
También han participado en la visita representantes de La Piparrika, entidad a la que el Ayuntamiento ha cedido el uso del espacio por ser la única interesada tras la invitación a asociaciones, colectivos y movimientos sociales.
Alrededor de este espacio se organizarán actividades abiertas a la participación de cualquier persona relacionadas con el manejo agroecológico del huerto urbano lo que incluye tareas de limpieza y mejora; el trabajo de las buenas prácticas teniendo en cuenta el consumo responsable, la formación en la reutilización de materiales y actividades pedagógicas vinculadas al huerto.
Así, además de trabajar en los espacios de huerta, habrá cursos, talleres, foros y reuniones periódicas.
Entre sus objetivos sociales destaca la creación de un espacio de encuentro que ofrezca una alternativa de ocio activo a todas las personas interesas, especialmente a aquellas que se encuentran en situación de riesgo de exclusión social; la promoción de la salud y los hábitos saludables; la cohesión social desde una mirada intercultural, intergeneracional y de intercambio de saberes; y las relaciones de igualdad y corresponsabilidad entre mujeres y hombres.
Entre los aspectos educativos se encuentran fomentar la educación ambiental y el cuidado del entorno y ofrecer un espacio de formación y aprendizaje.
Los objetivos ambientales hacen referencia a la recuperación de espacios públicos degradados o sin uso y a la producción de alimentos de cultivo ecológico mientras que los económicos recogen la producción de alimentos para autoconsumo, el aporte de alimentos de producción propia para el comedor social o la reducción de gastos de mantenimiento de espacios públicos
