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El sector cítrico en alerta ante posible transmisión del greening en frutos

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y La Unió de Llauradors han pedido a las administraciones públicas que se extremen los controles para evitar la entrada en la Comunidad Valenciana de un insecto que actúa como transmisor de la enfermedad del "greening" de los cítricos.

La Unió también solicita a la Consejería de Agricultura que tome todas las medidas de protección posibles porque sería "una auténtica catástrofe su introducción en los campos de cítricos de nuestra comunidad autónoma ya que supondría la muerte del arbolado".

El insecto, denominado psila africana (Trioza erytreae), se ha detectado por primera vez en la Península Ibérica, una noticia "de extrema gravedad", según el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.

Para esta asociación es "imprescindible" que el Ministerio de Agricultura, en coordinación con las Comunidades autónomas, establezca un plan de vigilancia, control y prevención con el objeto de tratar de erradicar el insecto de Galicia y, en segundo término, para impedir que pueda extenderse a otras zonas.

La Unió ha recordado que esta situación "corrobora" sus denuncias de "fragilidad" de los controles fitosanitarios en la Unión Europea.

El "greening" es una bacteria que causa daños irreversibles en los cítricos al provocar un decaimiento progresivo del arbolado hasta el punto de volverlo improductivo e incluso puede acabar matándolo.

Desde el punto de vista fitosanitario tiene una gran incidencia puesto que la psila africana puede ser vector de transmisión de "la patología más destructiva" de las que pueden afectar a este tipo de cultivo, causando debilitamiento y muerte de los árboles en pocos años, coinciden ambas organizaciones.

Hoy por hoy, señala AVA, no existen remedios eficaces para combatir el problema, de manera que sólo cabe el arranque y la quema de las plantaciones afectadas para intentar frenar su avance.

Según AVA, esta plaga está asentada en buena parte de Asia, de donde es originaria, así como en Sudáfrica y Brasil, donde en menos de diez años ha obligado a destruir más de 27 millones de árboles de cítricos, el equivalente de toda la superficie citrícola de la provincia de Valencia.

En Estados Unidos se aplica un "riguroso" plan de control para impedir su propagación, y AVA-ASAJA considera que es preciso adoptar medidas preventivas en esta línea.

Aguado se ha referido a controles exhaustivos mediante trampas de monitoreo, aislamiento de las zonas donde aparece el vector transmisor de la bacteria y el tratamiento de forma masiva con productos fitosanitarios para impedir que se propague.