El consumo de fruta de hueso en los hogares españoles creció un 12,3 % en volumen entre enero y junio pasados, así como un 9,9 % en valor, según se puso de manifiesto este miércoles en el webinar ‘Evolución de la Campaña de Fruta de Hueso en 2024. Tendencias y retos del sector’, organizado por la Plataforma Tierra.
El consumo de la categoría mantenía una “tendencia descendente” desde 2016, según afirmó Ana Cabrera, analista de mercado de la Plataforma Tierra; y, de hecho, si ese año se consumieron en España más de 408.000 toneladas de fruta de hueso, en 2023, fueron unas 310.000 toneladas, un 24 % menos.
Sin embargo, en el primer semestre de este 2024, “se ha mantenido una tendencia positiva” y, es más, todas las frutas de hueso han incrementado sus ventas, a excepción de la ciruela.
“Sólo cae el consumo de ciruela”, apuntó Cabrera, que señaló a la menor producción en Extremadura, principal zona productora, como un aspecto clave para el descenso de la categoría.
El resto de frutas de hueso -melocotón, nectarina y albaricoque, principalmente- se han visto favorecidas por la climatología, que propició un mejor desarrollo de los frutos, que incluso alcanzaron antes un nivel de azúcar óptimo.
Además, el menor calibre de la fruta, consecuencia de la falta de lluvias, también propició una “mayor concentración de los azúcares”, explicó Santiago Vázquez, director comercial de La Vega de Cieza.
De este modo, mientras lo habitual es destinar la fruta más temprana a exportación, este año, y gracias a ese mejor nivel de azúcar de temprano, “los supermercados ganaron 2-3 semanas de ventas en el mercado doméstico”, lo que “ha estimulado el consumo”.