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El cambio climático produce pérdidas en el campo de hasta 550 millones al año

Un estudio científico realizado por COAG concluye que el cambio climático deja en el campo español pérdidas de 550 millones de euros anuales, en torno al 6 por ciento de su valor.

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Advierte de la reducción de cultivos de viñedos, olivares, cereales y dehesas si no se detiene el aumento de las temperaturas.

Así lo ha transmitido su autor, el responsable estatal de Riesgos Agrarios de COAG, Pablo Resco, durante una rueda de prensa que se ha celebrado este martes en Valladolid y a la que también han asistido el viceconsejero de PAC y Desarrollo Rural de la Junta, Pedro Medina; el secretario general de la organización agraria, Miguel Padilla, y el coordinador autonómico de COAG, Lorenzo Rivera.

Resco, que se encuentra entre los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ha señalado que todas las evidencias «apuntan al mismo sentido» y afirmado que el cambio climático «ya está aquí y si no se actúa pronto, los daños van a ser mayores» con consecuencias muy graves en el medio plazo que afectaría especialmente a la cuenca mediterránea.

Los riesgos se incrementan, además, en el aspecto económico y social, ya que la demanda mundial de alimentos aumentará en 2050 entre un 35 y un 50 por ciento, y por cada grado de temperatura «podría disminuir en un 5 por ciento la producción global de cereales trigo, maíz o arroz», siendo este último cultivo fundamental en buena parte de Asia y África.

En este sentido, la Comisión Europea ha estimado el aumento de los precios en 2050 oscilarán desde «un 3 por ciento más en el maíz hasta el 30 por ciento del arroz», con el resto de cultivos repartidos en ese intervalo.

El informe, titulado ‘Empieza la cuenta atrás. Impactos del cambio climático en la agricultura’, valora dos escenarios: uno en el que aumenten las temperaturas en 1,6 grados, previsto para la década de los años 30 de este siglo, y un segundo en el que la media alcanzaría los dos grados centígrados.

En el primer caso, se podría perder el 10 por ciento de la superficie de vides de alta calidad y reducir un 8 los rendimientos del trigo en España, mientras que si los termómetros suben 2 grados más, la producción de cereales podría disminuir un 15 por ciento y la superficie de viñedos de alta calidad bajar hasta un 20, con una reducción del 11 por ciento de los recursos hídricos y una mayor incidencia de las plagas y las enfermedades en los cultivos.

En España, un incremento de dos grados podría suponer la pérdida potencial de un 7 por ciento en un sector que representa un 5,8 del PIB, pero con un saldo netamente exportador sólo por detrás de la automoción, así como un incremento de los precios energéticos, ya que el 18 por ciento de la producción energética depende de la producción hidroeléctrica de los saltos de agua.

Resco ha explicado que este informe se centra en cuatro sectores – viñedo, olivar, herbáceos y dehesa – en períodos quinquenales, de los que se desprende que los veranos son más largos a coste de los períodos invernales y de la primavera, con una mayor aridificación del suelo y el aumento de las sequías y de plagas (de hasta un 60 por ciento en el cereal).

Este experto ha subrayado la necesidad de actuar desde este momento para reducir el impacto del cambio climático con cambios moderados, y señalado tres piezas claves de adaptación: el regadío, pese a los problemas de disponibilidad de agua; el refuerzo de los seguros agrarios y «cambios en los sistemas de manejo, siembras más tempranas y el uso de nuevas variedades».

No obstante, ha alertado de que todas estas herramientas «tienen sus limitaciones» y ha insistido en que la mejor manera de conseguir que los efectos sean menores «es conseguir que la temperatura no aumente esos 1,5 grados, porque el coste de no hacer nada va a ser mucho mayor«.

En Castilla y León, Resco ha alertado de la reducción del cultivo de girasol (un 23 por ciento menos) y trigo (un 10 por ciento menos) en Castilla y León, así como la pérdida de entre el 20 y el 50 por ciento de los viñedos de alta calidad en la Comunidad, líder en denominaciones de origen vinícolas.