La Policía ha arrestado a doce supuestos miembros de la red, siete turcos y cinco rumanos, y registrado varios almacenes de alimentos y las sedes de las empresas fantasma a través de las cuales se importaban productos a Rumanía.
Según fuentes de la investigación citadas por Mediafax, la mercancía entraba en contenedores por el puerto de Constanza, en el Mar Negro, procedente de Turquía, del Sudeste asiático y de América Latina.
Los alimentos eran transportados después por camión a Bucarest, donde se vendían a tiendas y almacenes ilegales de la red.
A nombre de los supuestos integrantes de la red se han hecho en solo cuatro meses más de 2.000 importaciones.
La evasión fiscal es un problema grave en Rumanía, donde según datos oficiales con un elevado índice de este delito.