Un equipo multidisciplinar de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental (CIAPA-IRIAF) de Marchamalo (Guadalajara) ha dado con los mecanismos celulares que utiliza el parásito Lotmaria passim para infectar a las abejas de la miel.
Estos mecanismos incluyen la formación de biopelículas que hasta ahora no habían sido descritas en organismos parásitos, lo que supone una nueva forma de adaptación desde formas unicelulares flageladas hasta colonias multicelulares.
La abeja de la miel, así como las otras 20.000 especies descritas en la naturaleza, han sufrido un alarmante aumento de su mortalidad en los últimos años.
Entre los responsables de este declive se encuentran la exposición a pesticidas, la malnutrición y las infecciones causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos.
En este sentido, el parásito tripanosomátido Lotmaria passim se encuentra ampliamente distribuido a lo largo de todo el mundo, incluyendo numerosos colmenares de España, con diferentes tasas de infección.
Debido a la importancia económica y medioambiental de las abejas, el conocimiento de la biología de las infecciones causadas por este parásito tiene un gran impacto en la protección de dichos insectos, claves para la polinización de ecosistemas terrestres.
El trabajo, liderado por Luis Miguel de Pablos, del Departamento de Parasitología de la UGR, y publicado en la revista NPJ Biofilms and Microbiomes (Nature), sienta las bases para entender cómo estos organismos sobreviven en el intestino de las abejas y se reproducen en su interior como biopelículas multicelulares de parásitos.
Estas biopelículas actuarían como un «superorganismo» en el que las células están íntimamente ligadas y coordinadas para conseguir colonizar de manera eficiente el intestino de las abejas, según ha comprobado el equipo en las infecciones experimentales de abejas realizadas en el CIAPA-IRIAF y dirigidas por Mariano Higes.