Bajo la consigna "SuperVacíos", la convocatoria a abstenerse de hacer compras este martes en los supermercados se ha difundido con fuerza en las redes sociales.
La acción de protesta es liderada por las organizaciones Consumidores Responsables y Consumidores Libres, con el apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos y la Federación Agraria Argentina, entre otras asociaciones, que acusan a los supermercados de especular con los precios para aumentar sus ganancias.
"Elevan artificialmente los precios, es una política totalmente abusiva para aumentar sus ganancias en esta etapa de ajuste", dijo a Efe el presidente de Consumidores Libres, Héctor Polino.
Según los datos de las organizaciones de consumidores, el boicot que realizaron el pasado 7 abril consiguió mermar en un 80 por ciento de media en todo el país el volumen de clientes que habitualmente hace sus compras en los supermercados.
Sin embargo, las empresas del sector aseguran que este tipo de medidas no les afectan.
"No lo vemos ni útil ni necesario", dijo hoy a Efe el portavoz de la Cámara Argentina de Supermercados y la Federación de Supermercados y Autoservicios (FASA), Fernando Aguirre, quien afirmó que en el boicot de abril la facturación de los supermercados fue "normal" y los valores promedio "los habituales".
Aguirre consideró que, aunque están en su derecho de realizar esta medida de protesta, los consumidores pueden elegir dónde comprar y, según aseguró, "los precios más baratos los tienen los supermercados".
Joaquín Adolfo Betchakian, un jubilado de Buenos Aires, acudió a hacer sus compras hoy a un supermercado, pero dijo a Efe que la pensión que recibe "no es grande" y se ve obligado a restringir su consumo "al mínimo" y criticó que el Gobierno argentino ha devaluado "impunemente" el salario de los trabajadores, dejándoles pocas alternativas.
En el mismo supermercado, Graciela Guarnieri, una ama de casa, se enteró dentro del local del boicot y decidió dejar tres cuartas partes de lo que ya había cargado en su bolsa de compras en "solidaridad" con la protesta.
Guarnieri dijo a Efe estar de acuerdo con la acción de queja de los consumidores si ayuda a que los precios "se equiparen", ya que, según afirmó, las amas de casa como ella se encuentran cada día con que los productos "valen el 50 o el 60 % más".
El presidente de la Federación Agraria Argentina, Omar Príncipe, aseveró hoy que es "aberrante" la brecha entre los valores que cobran los agricultores por sus productos y los precios a los que estos mismos bienes se venden en los supermercados, una diferencia que, aseguró, supera en muchos casos el 1.000 %.
También afirmó que esta enorme diferencia de valores se verifica entre los mercados de venta mayorista y los supermercados.
"Los supermercadistas directamente nos están robando, mientras los sucesivos gobiernos lo permiten", denunció Príncipe en un comunicado.
La protesta de los consumidores se realiza en un contexto de elevada inflación en Argentina.
Los precios al consumidor registraron en marzo pasado un alza interanual del 35 %, según el índice de Buenos Aires, referente provisional usado por el Gobierno mientras prepara un nuevo indicador nacional.
El Gobierno de Mauricio Macri, que asegura que la inflación se desacelera en el segundo semestre, lanzará oficialmente el próximo viernes el sistema Precios Claros, que permitirá que los consumidores de todo el país puedan consultar por internet los precios de los productos de los supermercados más cercanos a su hogar.