El investigador del Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), Ignacio Rubio-Somoza, el encuentro, que durará hasta mañana en CosmoCaixa, ha reunido a expertos de dos disciplinas distintas; los que estudian los patógenos y aquellos que se centran en el desarrollo y la inmunidad vegetales.
Los investigadores de ambas disciplinas, procedentes de países como Japón, China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y también España, han creado una nueva disciplina, llamada «agricultura personalizada», que les permita trabajar de forma conjunta.
Según Rubio-Somoza, con la agricultura personalizada los expertos quieren predecir los tipos de enfermedades que afectarán en un futuro a los cultivos y así poder determinar las variedades de vegetales que se verán menos afectadas por los patógenos que puedan aparecer.
De este modo, los esfuerzos de la investigación van dirigidos a conocer aquellos mecanismos de defensa que están presentes de manera natural en las plantas, así como en entender cómo las plantas están determinadas por un perfil genético concreto, ha explicado.
Así, combinando esta información con el perfil genético de los patógenos que han habido a lo largo de la historia, los investigadores esperan «encontrar variedades de cultivos resistentes en las futuras plagas», ha explicado Rubio-Somoza.
Esta aproximación contribuiría, según ha detallado, a reducir episodios devastadores y a crear nuevas variedades de vegetales «a la carta» para evitar nuevos patógenos.
En este sentido, Rubio-Somoza ha avanzado que por el momento se están secuenciando algunas variedades de vegetales para poder conocer sus genes y ver sus diferencias, así como también se están introduciendo variedades que puedan encontrar la forma de defenderse.
Asimismo, se está investigando cuáles son los patógenos que pueden aparecer en la naturaleza y determinar, de este modo, qué variedad es mejor que se plante o cuál es mejor crear.
Actualmente, las plantas que se pueden beneficiar más rápidamente de estos avances son las tomateras, el trigo, el maíz y la lechuga, ya que «el dinero que se está invirtiendo en conocer esa variedad es mayor que en otras variedades».
Otro de los motivos es porque este tipo de plantas «tienen un desarrollo más rápido que otras como el arroz», ha explicado el experto.
Además de desarrollar estrategias preventivas para la salud de las plantas, estas nuevas tecnologías también supondrán un impulso para una agricultura «más limpia y eficiente, y por lo tanto más ecológica», han asegurado los expertos.
De este modo, los avances en este campo permitirán reducir de forma considerable el uso de pesticidas y otros químicos que ahora tienen un alto coste para el medio ambiente, han afirmado.
Las jornadas de debate entre científicos internacionales ha sido convocada por B-Debate, una iniciativa llevada a cabo por Biocat y la Obra Social ‘la Caixa’ y liderada por el CRAG.