Así lo ha asegurado en declaraciones a los periodistas el presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, Emilio Sánchez, quien ha destacado que los mínimos de frío se han sobrepasado ya en algunas zonas, mientras que en otras se acercan mucho a la media.
Durante el invierno, los cerezos necesitan de media entre 800 y 900 horas de frío, es decir, necesitan soportar durante ese tiempo temperaturas entre 0 y 6 grados centígrados para una correcta preparación de la floración.
El número de horas de frío necesarias varía entre unas variedades y otras, de tal forma que las más exigentes, como pueden ser la burlat y las picotas, necesitan el máximo de horas posible.
El cerezo es un frutal que en invierno no requiere demasiada agua, de ahí que sea más importante que desde finales de febrero la temperatura se vuelva estable. La floración de los cerezos no se produce en una fecha fija, sino que varía dependiendo de las condiciones climatológicas que se produzcan durante el invierno y en las fechas próxima a la floración.