«La distribución mayorista ha demostrado su función esencial durante los dos años pasados, como soporte del suministro de alimentos en las zonas rurales de España» durante la pandemia, han destacado fuentes de Asedas.
«Ahora, con la recuperación del turismo -han continuado- también se manifiesta como un pilar para el desarrollo de uno de los sectores económicos más importantes del país, como es el turismo«.
Han descrito que la red de establecimientos mayoristas de España cuenta en la actualidad más de 1,3 millones de metros de superficie comercial y que tienen una especial presencia en Andalucía, Canarias, Islas Baleares y las localidades costeras del Mediterráneo y Atlántico.
Su oferta se extiende a través de tiendas franquiciadas y pequeñas cadenas y suministra a colectividades, entre las que han citado colegios, universidades, y también a establecimientos ligados al turismo y ocio, como los restaurantes, hoteles, salas de fiesta o discotecas.
Asedas ha indicado que, pese a la recuperación de la normalidad tras la pandemia, la distribución mayorista «no es ajena a la actual coyuntura», con «altos costes de la energía, agravada por los problemas derivados de la guerra de Ucrania que impactan, a su vez, en otras materias primas».
«La fuerte competencia hace que, al igual que ocurre con la distribución minorista, los mayoristas estén haciendo también un gran esfuerzo por repercutir lo menos posible y lo más tarde posible esta situación al precio final, pero eso está afectando a sus márgenes, ya de por sí muy ajustados», han asegurado desde esta asociación.