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Ajo, cebolla y mandarinas, lo más exportado a Estados Unidos

En 2022, la exportación española de frutas y hortalizas frescas se situó en 33.234 toneladas, representando sólo un 0,27 del total y cinco años antes fueron 31.389 toneladas, el 0,25% del total.

En 2022, la exportación española de frutas y hortalizas frescas se situó en 33.234 toneladas, representando sólo un 0,27 del total y cinco años antes fueron 31.389 toneladas, el 0,25% del total.

La exportación española de frutas y hortalizas frescas a Estados Unidos ha crecido ligeramente en los últimos cinco años, pasando de 31.389 toneladas en 2018 a 33.234 toneladas, un 6% más. No obstante, la participación sobre el total exportado por España es muy pequeña, representando sólo el 0,27%, en 2022, a pesar de que es uno de los mercados con mayor población y más poder adquisitivo del mundo.

La posición de Estados Unidos respecto a otros mercados de países terceros es también muy discreta, representando sólo el 1,5% del total de la exportación española a países no comunitarios, que se situó en 2022 en 2,1 millones de toneladas. Esto se debe, en gran medida, a las exigencias fitosanitarias de las autoridades estadounidenses que se utilizan, según FEPEX, como barreras a la exportación e impiden o hacen inviable el mantenimiento continuado de los envíos.

En 2022, los principales productos exportados en 2022 fueron ajo, con 21.538 toneladas y 67 millones de euros, y cebolla, con 4.895 toneladas, por un valor de 4 millones de euros. En tercer lugar, figura la mandarina con 1.916 toneladas por un valor de 1,5 millones de euros.

En cuanto a la procedencia de las frutas y hortalizas vendidas en EEUU en 2022, la Comunidad Valenciana es la mayor exportadora, con 17.399 toneladas en 2022, seguida de Andalucía, con 8.078 toneladas, Castilla-La Mancha, con 4.770 toneladas, Madrid, con 810 toneladas y la Región de Murcia con 737 toneladas, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, procesados por FEPEX.

La apertura del mercado norteamericano a las exportaciones españolas de frutas y hortalizas requiere, en líneas generales, la aprobación por parte de Estados Unidos de un protocolo fitosanitario para cada producto, que es negociado entre la administración estadounidense (USDA) y la española y suele durar varios años.