«La pérdida actual ya es de 150 millones de dólares, sin considerar los problemas que se verán más adelante por eventuales pudriciones», indicó el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela.
Los cultivos más afectados se encuentran en la región de O’Higgins, donde el 85 % de los productores reportaron algún tipo de daño, seguida de Valparaíso (78,2 %) y la Metropolitana (66,7 %), que alberga a la capital.
«Hay productores que ya lo perdieron todo, cientos de pequeños agricultores cuya situación es realmente muy complicada. El Estado debe accionar medidas de emergencia», instó el gremialista.
«El daño para el país es grande», agregó Valenzuela, quien aseguró que las pérdidas se extenderán a otras industrias auxiliares como el packing o el transporte y pidió medidas como la prorrogación de créditos y el acceso a financiamiento.
El cultivo más afectado en volumen por hectárea por el inédito temporal fue la uva de mesa, de la que se destruyó el 53 %; seguida de los arándanos, con un 32 % de daño; y de los carozos (ciruelas, duraznos y nectarinas), con un 30 %, según Fedefruta.
Chile fue azotado el pasado fin de semana por un temporal inédito para el verano austral, que provocó aluviones, deslizamientos, evacuaciones y cortes de electricidad que afectaron a más de 150.000 personas y que se sintió con especial virulencia en el centro del país.
De acuerdo a la Dirección Meteorológica, la estación Quinta Normal, en Santiago, registró el pasado viernes el máximo récord diario de lluvias para enero desde que se tienen registros, con 31,4 milímetros de agua. El récord anterior databa de 1933, cuando se registraron 22,4 mm.