El proyecto, que se implementará en nueve países (Bahamas, Belice, Dominica, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago), procurará fortalecer la participación del sector agropecuario en la planificación y la acción climática, desarrollar análisis y capacidades para la toma de decisiones basadas en evidencia, e identificar buenas prácticas, metodologías y tecnologías que aumenten la resiliencia del agro.
La iniciativa, financiada con cerca de USD 1.2 millones del Fondo Verde del Clima de las Naciones Unidas, está enfocada en el desarrollo de capacidades, marcos estratégicos, gestión del conocimiento y aprendizaje, para fortalecer la base sobre la cual el sector agrícola del Caribe puede priorizar las inversiones para la resiliencia.
“La agricultura debe de ser parte de la solución, debemos apoyar a que los países del Caribe a generar las condiciones que les permitan ser más resilientes ante el cambio climático, al tiempo que abastecen de alimentos suficientes y de calidad a su población”, dijo Manuel Otero, Director General del IICA.
Los principales beneficiarios del proyecto serán agricultores, organizaciones civiles y no gubernamentales, técnicos agrícolas, gobiernos, empresarios y jóvenes del Caribe, entre otros.
Además, el proyecto busca generar una hoja de ruta para mejorar los informes [de emisiones de gases de efecto invernadero en cadenas de valor agrícolas específicas, lo que haría posible definir medidas para abordarlas.
Actualmente, existen desafíos relacionados con la capacidad limitada del sector agrícola caribeño para identificar y gestionar sus necesidades en esta materia, lo que dificulta catalizar inversiones que reduzcan los riesgos climáticos y contribuyan a reducir emisiones. Esto, combinado con vínculos débiles con otros sectores, limita el acceso del sector agrícola a la financiación climática internacional.
“El alcance de estos objetivos claves ayudará a canalizar recursos adicionales para apoyar la respuesta al cambio climático en el sector agropecuario caribeño, que brinda sustento a miles de familias pero es altamente sensible al clima, identificará prioridades para inversión y fomentará la cooperación entre países para construir sistemas alimentarios más resilientes”, expresó Kelly Witkowski, gerenta del Programa de Cambio Climático, Recursos Naturales y Gestión de Riesgos Productivos del IICA.