La superficie dedicada al cultivo de colza subió un 13,6% en la UE durante 2007, y acumula un aumento total de un 31,5% en el periodo 2002-2006, impulsado por la demanda de biocombustibles, según Eurostat, la oficina comunitaria de estadísticas.
La búsqueda de soluciones energéticas alternativas al petróleo supone el crecimiento del uso de biocombustibles como el biodiésel, en cuya producción es esencial la colza, como demuestran los 6,05 millones de hectáreas destinadas a este cultivo.
Entre los países que más superficie destinaron se encuentran Francia, que incrementó un 11% el terreno destinado a este cultivo, llegando a 1,5 millones de hectáreas, mientras Alemania aumentó un 7% y también llegó a 1,5 millones, y Polonia elevó el área un 8% hasta las 600.000 hectáreas cultivadas con colza.
Destaca el caso de Rumanía, que en tan sólo un año ha triplicado su producción de colza y ha pasado de 110.000 hectáreas a 350.000 situándose de esta forma como el quinto mayor productor de Europa.
La reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar aprobada en 2005 y que propuso unas ayudas de 237,5 euros por cada tonelada que se deje de producir también se ha visto reflejada en los cultivos de la UE.
De hecho, el área destinada a la remolacha ha bajado un 2,9% este año respecto a 2006 y acumula una caída total del 12,6% desde 2002, lo que supone que en estos momentos hay en los países de la Unión menos de dos millones de hectáreas destinadas a este cultivo.
Entre los países que más esfuerzos han realizado en abandonar este cultivo se encuentra España que redujo su área en un 13% y hasta las 76.000 hectáreas destinadas a este producto.
En total, el área destinada a este cultivo será de 1,9 millones de hectáreas en 2007, mientras la colza supera ligeramente los 6 millones de hectáreas cultivadas para el mismo periodo.