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El consumo de frutas y hortalizas reduce el riesgo de mortalidad en un 30%

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El consumo elevado y diario de frutas y verduras reduce en un 30% el riesgo de mortalidad derivado de enfermedades como el cáncer, la obesidad o las enfermedades cardiovasculares, según un estudio del Instituto catalán de Oncología (ICO).

El estudio ha sido realizado en una población de más de 41.000 ciudadanos (15.610 hombres y 25.748 mujeres) y de diferentes puntos de España durante los últimos diez años y publicado en la revista «The American Journal of Clinical Nutrition».

A lo largo de esta década, los investigadores han hecho un seguimiento de los hábitos de consumo de las personas que participaban en el estudio, de edades comprendidas entre los 30 y los 69 años y residentes en Asturias, Guipúzcoa, Navarra, Granada y Murcia.

Los resultados del estudio determinan que hay una relación directa entre el mayor consumo de vegetales y fruta y una menor mortalidad y que las personas que consumen más frutas frescas y verduras tienen menos riesgo de padecer cáncer, patologías cardiovasculares y complicaciones respiratorias o diabetes.

La población estudiada ingería una media de 224,2 gramos de verdura (1 plato de verdura o de ensalada) y 275,8 gramos de fruta fresca (dos o tres piezas de fruta) cada día. Un 25% de la población encuestada duplicaba estas cifras y otro 25% no llegaba a la mitad de la media.

Después de cruzar los resultados en función de la edad, el sexo, los estilos de vida y la alimentación, los investigadores han encontrado una relación directa entre el mayor consumo de vegetales y una menor mortalidad.

El doctor Antonio Agudo, responsable del estudio, ha asegurado que «consumir más de una pieza de fruta diaria y más de un plato de verdura reduce en un 30% la mortalidad».

Según el estudio, las hortalizas más beneficiosas son las que tienen semillas, como por ejemplo el tomate, el pepino o el pimiento.

Agudo ha reconocido que «estos efectos eran más o menos conocidos» y ha añadido que «en este caso se trata de un estudio con mucha gente y que tiene en cuenta los diferentes grupos de verduras y frutas».

Del estudio se desprende que en las regiones del sur de España se consumen más frutas y verduras que en las del norte, y lo mismo sucede al comparar las personas mayores con los jóvenes. «En cambio la media española de consumo de estos alimentos está por encima de la de países del norte de Europa», ha dicho Agudo.

Según el responsable del estudio, «si a uno le cuesta llegar a estos mínimos, unos 500 gramos diarios, por lo menos sería recomendable no bajar de un plato de vegetales y una pieza de fruta al día, eso es fundamental» y ha asegurado que estos mínimos se pueden alcanzar incluso comiendo fuera de casa.

Otro de los investigadores que ha participado en el estudio, Carlos González, ha pedido la realización de «campañas para fomentar una dieta saludable, en un momento en el que se está reduciendo el consumo de la dieta mediterránea tradicional».

«De la misma manera que se ha hecho con el tabaco, hay que concienciar a la población sobre la necesidad de comer bien, hacer ejercicio y reducir la obesidad, que es un factor de riesgo del cáncer», ha dicho González.

«Además -ha añadido- tenemos que evitar los factores de riesgo. Es decir, una persona puede comer cinco raciones de frutas y de verduras pero si continúa consumiendo medio paquete de cigarrillos al día, no le servirá de nada. Un fumador lo primero que tiene que hacer es dejar el tabaco, después ya se preocupará en cambiar sus hábitos alimenticios», ha dicho Antonio Agudo.

El equipo del doctor Carlos González en el ICO ha presentado otro trabajo, publicado en el «International Journal of Cancer», según el que la fibra presente en los cereales ejerce un efecto protector frente al cáncer gástrico.

En este caso se estudió la asociación entre la dieta y el cáncer entre 435.000 personas, de entre 25 y 70 años, durante casi siete años, de diez países europeos que participan en el proyecto europeo EPIC.

Los investigadores han detectado que las personas con un consumo elevado de fibras de los cereales tenían un riesgo de desarrollar este tumor un 30% menor que el resto de la población.

El doctor González ha explicado que «se recomienda consumir unos 30 gramos diarios de fibras de cereales, principalmente de cereales integrales como el pan integral o los frutos secos».