Las importaciones comunitarias de hortalizas frescas provenientes de países extracomunitarios en 2018 aumentaron un 7% en volumen, con 2,3 millones de toneladas y el valor se redujo un 3%, con 2.621 millones de euros. El tomate es la hortaliza más comprada con 628.067 toneladas en 2017, un 10%, con un valor de 671 millones de euros (+3%). Le sigue patata, con 362.440 toneladas (-16%), pimiento con 261.904 toneladas (+14%) y cebolla con 289.463 toneladas (+18%).
En cuanto a las frutas, la importación a países extracomunitario creció también un 7% en volumen, situándose en 14,2 millones de euros, y un 5% en valor con 14.318 millones de euros. Plátano con más de 5,9 millones de toneladas y piña y naranja con más de un millón de toneladas fueron las más importadas.
El crecimiento de la importación de la UE de frutas y hortalizas procedentes de países terceros ha sido una tendencia en el último quinquenio, con aumentos cada año. En valor la importación en 2014 se situó en 12.695 millones; en 14.195 millones de euros en 2015; en 15.445 millones de euros en 2016; en 16.390 millones de euros en 2017 y en 16.940 millones de euros en 2018.
Esta tendencia ascendente contrasta con la tendencia descendente de las exportaciones comunitarias a países terceros. En el mismo año, en 2018, la UE vendió un 15% menos de frutas y hortalizas a países terceros, totalizando 5,4 millones de toneladas. Y en el último quinquenio las exportaciones experimentaron también un retroceso continuo.
Para FEPEX, la evolución del comercio exterior de frutas y hortalizas con los países terceros es consecuencia de la globalización asimétrica del mercado comunitario, habiendo prácticamente desaparecido la preferencia comunitaria, mientras los grandes mercados de los países terceros se mantienen prácticamente cerrados, mediante políticas proteccionistas.