En esta categoría de alimentos, que supone el 7,7 % del gasto, se incluyen «recién llegados» como el sushi, su alternativa vegetal (tofu), el café monodosis o las salsas para cocinar y otros alimentos tradicionales como las legumbres cocidas al natural, sopas instantáneas, cremas líquidas refrigeradas o las latas en conserva.
Hay productos que están muy asentados, explica la consultora, como las ensaladas de IV gama, que llegan a ocho de cada diez hogares; o el café monodosis, que ya está en el 40 % de las casas.
Se aprecian diferencias en función del tipo de hogares, de manera que en los unipersonales maduros es frecuente encontrar platos en conserva, mientras que en aquellos en los que hay niños se produce más gasto en platos congelados y refrigerados.
Entre los alimentos «de conveniencia» que más han aumentado destacan los platos de alternativa vegetal, que crecieron un 62,5% o el sushi, con un 49,5%, seguido de especialidades orientales (23,2%) y rollitos (22,5%).
Por su parte, los platos congelados con base de arroz o verduras han experimentado un crecimiento de entre el 12 y el 14 % y las croquetas refrigeradas un 18,6%, según los datos de Nielsen.
Las legumbres cocidas al natural, por su parte, incrementaron sus ventas el año pasado por encima del 20 %, al igual que las sopas y cremas líquidas refrigeradas, es decir, los gazpachos, ajoblancos y salmorejo.
También en esta categoría del «listo para comer» se aprecia la tendencia a lo saludable, pues «los productos como pizza o sándwiches crecen por debajo de la media» y «el tofu, los bocaditos de soja o las hamburguesas vegetales muestran un comportamiento de lo más saludable»



















