Las actuaciones, que ya han comenzado, se prolongarán hasta el próximo diciembre y están dirigidas a examinar diversos alimentos, entre ellos frutas y verduras. El trabajo del personal de inspección consistirá en comprobar que los productos a la venta cumplen con los requisitos básicos y generales de información, controlando su correcto etiquetado.
Se comprobará el cumplimiento de la normativa y otros aspectos como la trazabilidad, que permite identificar a la empresa suministradora del alimento, y la información que ofrecen los alimentos sin envasar y los envasados en el lugar de venta a petición del comprador.
El 50 por ciento de los controles se realizará sobre productos andaluces, y el otro 50 por ciento sobre productos de fuera de la Comunidad Autónoma y además se prestará especial atención a los productos comercializados por establecimientos en mercados de abastos municipales, así como a los negocios que comercialicen productos internacionales, para controlar que la información se presente en la lengua española oficial del Estado.